sábado, 28 de mayo de 2011

Egóngora. Mi confrontación con la docencia

Realmente nunca pasó por mi mente ser maestro. Mi verdadera vocación no se definía en las distintas etapas de mi vida, previas a la madurez. Primero durante la escuela primaria quería ser abogado, después en la secundaria, agrónomo; posteriormente durante la escuela preparatoria aún agrónomo, aunque ya pensaba en la medicina. Así, por la falta de recursos económicos no pude ingresar a la escuela de medicina en la Universidad de Campeche y tuve que encontrar trabajo como promotor rural en el Instituto Mexicano del Seguro Social, trabajo que me permitió desarrollar un trabajo de campo que a la postre fue muy valioso para mí en un amplio sentido. Pasado un tiempo la fortuna me ubico ante la posibilidad de estudiar biología….¡la convocatoria decía así: los estudiantes de la carrera de biología, desde el primer trimestre, hacen viajes a diferentes estados de la república! Esta razón me hizo “ponerme las pilas” y me prepare para estudiar esta fascinante carrera que al final, reúne lo mejor de las disciplinas o áreas que anteriormente quería estudiar: Abogado, agrónomo, médico y antropólogo. ¿Donde está la docencia?  ¿Por qué he dedicado gran parte de mi vida a la docencia? Para responder a estas interrogantes habría que ubicarnos en dos vertientes: Mi deseos de devolver lo mucho que aprendí en los distintos colegios (ansias de compartir) y, el coraje que me daba ver tanto profesor flojo e irresponsable que solo se dedicaban a cobrar cada quincena su salario. Así, inicie mi colaboración en la escuela Preparatoria Nocturna de mi pueblo natal impartiendo la materia de ecología, desde el año de 1982. Claro, eso lo hacía como hobby, pues yo tenía mi principal fuente de ingresos en el ejercicio de mi profesión. Pero una cosa es hacerlo por gusto y otra cosa muy diferente es hacerlo por necesidad. La vida nos depara siempre grandes sorpresas que hay que saber enfrentar. De esta manera, al perder mis empleos encontré refugio en el INEA, trabajando en varias comunidades del municipio promoviendo la alfabetización, la educación primaria y secundaria para adultos, colabore un semestre gratis en el CBTA y retorne al INEA, ahora IEEA, de donde me corrieron…. ¡por hablar con la verdad, respecto a serias deficiencias en los programas de atención que sólo buscan estadísticas y no calidad de sus egresados!. Sin embargo, La etapa más complicada que he pasado es la de tener que trabajar en la docencia por verdadera necesidad, entonces sí, yo creo que es otra cosa, pues se requiere aplicar todas nuestras capacidades y valores para salir adelante.

 

Actualmente tengo la fortuna de combinar mi trabajo como funcionario del gobierno municipal con la docencia en mi querida escuela preparatoria nocturna…¡siempre bajo el esquema de colaboración, ganando mil pesos mensuales! El trabajo docente sigue siendo gratificante, sin embargo, ahora más que nunca requiere de todas nuestras capacidades pues existen varios factores adversos que tenemos que superar: La falta de interés por estudiar de la mayor parte de los estudiantes, la pérdida de valores de la sociedad, falta de equipo e infraestructura, la falta de estímulos, prestaciones y certidumbre laboral y, finalmente, la urgente necesidad por actualizarnos para estar a la vanguardia. Aquí se inserta la excelente contribución de la especialidad docente que estamos estudiando pues nos proporciona las herramientas y habilidades necesarias  para abordar de mejor manera nuestra responsabilidad. Sin embargo, surgen varias preguntas: ¿mejorará nuestra situación económica al tener mayor capacitación? Tendremos los docentes el trato que realmente merecemos, por parte de las instituciones educativas de nuestro estado? ¿Alcanzaremos los maestros la certidumbre laboral que urgentemente necesitamos? ¿La edad no será realmente una limitante para alcanzar una plaza estatal?

Finalmente, habría que decir….¡gracias a DIOS, por haberme dado la oportunidad de trabajar en esta área tan hermosa que me ha permitido alcanzar tantas satisfacciones!

3 comentarios:

  1. Maestro Eleuterio, yo creo que nadie decidio ser maestro en algun etapa de nuestras vidas, y esta carrera la adoptamos por cariño, mas que por necesidad, sin embargo, la pasión con la que se entrega el alma en cada clase no solo nos da una gratificación economica por haber cumplido una tarea especifica dentro del aula, sino tambien, hemos dejado un pedazo de nuestro ser en la formación de cada muchacho que conocemos y ayudamos...
    Saludos

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  2. Mi estimado Maestro Marco Antonio: Creo que realmente el destino nos ubico en realizar una actividad muy gratificante. ¿ cuanta gente valiosa hemos podido ayudar a formar?. Pero ojala "Nos haga justicia la revolución", Con afecto, Eleuterio.

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  3. Hola Maestro Eleuterio. Es muy grato para mi saludarlo y hacer un comentario acerca de su texto, puedo observar como siempre que sus afirmaciones son muy acertadas por lo que puede coincidir con usted acerca de que la época actual esta llena de retos tecnológicos computacionales que para nuestros estudiantes son muy útiles y nada difícil de aplicar a su vida diaria, sus educandos al igual que los míos le dan la misma utilidad, ¡por supuesto! Que nos resulta difícil creer que la tecnología ha llegado a ser como las películas, como algo que para algunas décadas resultaba como de ciencia ficción, sin embargo, para los docentes pues es un recurso que podemos aprovechar de diversas formas.
    Fue un gusto saludarle. Concepción.

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